Libre y en paz por la tierra volar #

21 de mayo de 2011

Sobre el suelo yacía una fina tira de tela que a unos ojos corrientes les habría parecido gris en la oscuridad. Pero él vio su autentico color, y mientras la arrugaba entre los dedos, alzándola despacio hasta tocar sus labios, olió el aroma de los cabellos de la muchacha.

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